con ver su vida y sus dificultades reducidos a una etiqueta, o con tratar sus síntomas únicamente con medicamentos.
en comprender mejor su sufrimiento o el de sus hijos, o en saber de qué manera sus síntomas hablan de usted mismo.
que le escuchen con la conciencia de la importancia de lo que usted tiene que decir, o encontrar su propia forma de afrontar las dificultades.